Bajo por calidad de vida relacionada a la salud se entiende diversos aspectos "del vivenciar o sufrir de los pacientes y su capacidad de participar activamente o con limitaciones en la vida social diaria y profesional, y de poder manejar las dificultades de manera autónoma" [71]. La terapia de muérdago es a menudo el medicamento de elección para mejorar la calidad de vida. Esto se muestra en numerosos estudios publicados al respecto [24, 25].
Una revisión sistemática mostró que de 26 estudios controlados aleatorizados (RTCs, por sus siglas en ingles), mostraron una ventaja para la terapia de muérdago para determinar la calidad de vida [25]. Un Health Technology Assessment Report concluyó que la terapia de muérdago aditiva a la quimioterapia obtiene un efecto positivo sobre la calidad de vida de las pacientes con cáncer de mama [7]. Una revisión sistemática Cochrane y una revisión sistemática actual llegaron a la misma conclusión [6, 279].
Las recomendaciones actuales (grado C) de la guía SIO del año 2017 (Society for Integrative Oncology) [8] ] considera a la terapia subcutánea de muérdago para mejorar la calidad de vida en las pacientes de cáncer de mama. Esta recomendación fue reconocida en el año 2018 por la American Cancer Society (ASCO) [72]. Por lo tanto, también existe desde entonces una evaluación internacional de la terapia de muérdago de parte de la sociedad profesional más grande estadounidense.
En algunos estudios de muérdago se investigó la autorregulación, es decir, la actividad propia de los pacientes con la que, por ejemplo, puede lograr su equilibrio interno y un sentimiento de competencia y seguridad en situaciones de estrés [73, 74]. Esta autorregulación se incrementa significativamente bajo la terapia adicional de muérdago [6, 75, 76, 77]. Además, existe indicios por otra parte, de que una buena autorregulación también mejora la respuesta a la terapia de muérdago [74] y puede conducir a un beneficio de supervivencia [74]. Así se mostró en un estudio prospectivo en 25 pacientes de cáncer, que después de tres meses de terapia de muérdago se presenta una nueva aceptación y adaptación de la enfermedad, la vitalidad se vuelve más estable, la autonomía se mejora y que el rendimiento en lo social, en la vida profesional y en lo personal cambian y se mejoran [78].
El síndrome de fatiga relacionado con la terapia o la enfermedad (estado de agotamiento) es a menudo para los pacientes de cáncer un gran problema. La terapia adicional de muérdago puede mejorar frecuentemente en una medida relevante este síndrome de fatiga [44, 47, 79, 80, 81,284].
Una revisión señaló que bajo la terapia de muérdago se mejoraron significativamente los síntomas asociados con la fatiga/cansancio en el 60 por ciento de los estudios analizados. En el 67 por ciento de los estudios valía esto también para los síntomas de insomnio [82].
En el marco de un estudio de validación se pudo verificar un cuestionario sensible y validado con la Cancer Fatigue Scale (CFS-D, 15 preguntas [83]. Este cuestionario es apropiado para la evaluación de la fatiga relacionada con el cáncer (CRF, cancer related fatigue) en pacientes con cáncer de mama o carcinoma colorrectal tratados con terapia de muérdago. Se pudo observar una reducción de la carga global y cognitiva de CRF en pacientes con cáncer de mama que fueron tratadas continuamente con terapia de muérdago en comparación con pacientes que recibieron terapia de muérdago recién a partir del tercer ciclo de quimioterapia. Esto señala la importancia de la terapia aditiva de muérdago administrada al mismo tiempo con la quimioterapia [84].
Además, la coherencia interna (resiliencia) reducida a través de la quimioterapia en pacientes con cáncer de mama y colorrectal se puede mejorar con la terapia adicional continua de muérdago; Este efecto puede ocurrir ya a partir del tercer ciclo de quimioterapia [85, 86].
Bajo la terapia de muérdago concomitante se pueden mejorar síntomas como náuseas y vómitos [27, 31, 44, 47], dolor [31, 44, 47, 53, 79, 80, 81], pérdida de apetito [44, 47, 53, 79, 80, 81], diarrea o estreñimiento [44, 47, 87], bienestar emocional [44, 47, 79], funciones de roles [44, 47, 53], sociales [44, 47] y cognitivas [47].
En el contexto de un estudio cualitativo, médicas(os) experimentados informaron además sobre mejora en la vitalidad y el bienestar [80], en el estado nutricional y en el peso corporal, en la digestión y en la sensación de calor [79, 80]. En lo sucesivo describiremos algunos estudios sobre calidad de vida aún con más detalle.
Un RCT (randomized controlled trial), en 224 pacientes con carcinoma de mama (n = 68), de ovario (n = 71) y carcinoma bronquial de células no pequeñas mostró mejoras significativas bajo la terapia con el extracto de muérdago Helixor A en el ámbito de la calidad de vida (cuestionario: Functional Living Index-Cancer), especialmente para las náuseas y el dolor, en comparación con la dosis del inmunomodulador lentinan (un glucano del hongo Shiitake) [31].
En un estudio aleatorizado fue investigado la calidad de vida de 123 pacientes con cáncer de mama (estadio I-IIIA), las que recibieron quimioterapia sola o quimioterapia en combinación con Iscador M o Helixor A. Se pudo demostrar que en el brazo de combinación se mejoraron de manera significativa y clínicamente relevante 8 a 9 de 15 puntajes del cuestionario EORTC-QLQ-C30, entre ellos dolor, náuseas y vómitos, así como trastornos del dormir, por consiguiente, factores que juegan un papel importante durante la quimioterapia [44, 47]. Además, en el brazo de combinación se mejoraron la función del rol, la función emocional y social, el apetito y la diarrea.
Un estudio prospectivo longitudinal pudo mostrar que la terapia de muérdago empleada con AbnobaVISCUM Mali adicional a la quimioterapia adyuvante, estabilizó relevantemente la calidad de vida de las pacientes con cáncer de mama y mejoró la tolerabilidad de la quimioterapia mientras sus efectos secundarios se reducían [77].
En un estudio RTC de fase III fue investigado la calidad de vida de 220 pacientes con carcinoma pancreático localmente avanzado o metastásico, los que recibieron el mejor cuidado de soporte (Best Supportive Care (BSC)) o BSC más muérdago. En el grupo combinado se mejoraron significativamente 13 de 15 scores EORTC-QLQ-C30, entre ellos la calidad de vida global, apetito, síndrome de fatiga, trastornos para conciliar del sueño, dolores y náusea [81].
En pacientes con carcinoma pancreático (n = 396) que recibieron terapia aditiva de muérdago con Iscador®, como parte de su terapia de soporte, presentaron menos efectos secundarios causados por la terapia convencional (la mayoría con Gemcitabina), en comparación con los pacientes sin terapia de muérdago y del mismo modo presentaron menos síntomas asociados con el cáncer [88].
En un estudio aleatorizado, se observó la calidad de vida significativamente mejor, inclusive menor diarrea en pacientes con cáncer gástrico en el estadio IB / II, cuando se administró el preparado farmacéutico de muérdago AbnobaVISCUM Quercus adicional a la quimioterapia oral con doxifluridina [87]. Además, se pudo confirmar la seguridad de la terapia adicional de muérdago en este estudio.
También se pudo demostrar que la carga de síntomas en pacientes con cáncer colorrectal no metastásico fue significativamente menor cuando se aplicó la terapia de muérdago con Iscador adicional a la terapia convencional o durante el cuidado pasivo, que en los pacientes sin terapia de muérdago [42].
Además, en este estudio observacional controlado multicéntrico (804 pacientes de 26 centros de estudio), se describió una ventaja de supervivencia para el grupo de muérdago.